La lectura y las chicas…

En lectura las mujeres superar a los hombres, hasta los 16 años

Hacia los 16 a 24 años desaparecen las diferencias

Por León Trahtemberg Revista Velaverde # 193 del 20/02/ 2017

En las pruebas internacionales de lectura que se aplican en los colegios, PIRLS a los 10 años y PISA a los 15 años, las niñas tienden a rendir mejor que los niños, en todos los grupos de edad y en todos los países, según un estudio noruego de Oddny Judith Solheim y Kjersti Lundetræ. Pero curiosamente entre los 16-24 desaparece la diferencia (evaluados con la PIAAC de adultos).

¿A qué se debe eso? Todo parece indicar que tiene que ver con el tipo de lecturas que se usan para las pruebas escolares en las cuales se mide si los alumnos pueden extraer información del texto, sacar conclusiones simples, interpretar y comparar información, y evaluar el lenguaje, el contenido y las figuras literarios en el texto. (Can test construction account for varying gender differences in international reading achievement tests of children, adolescents and young adults? – A study based on Nordic results in PIRLS, PISA and PIAAC. Assessment in Education: Principles, Policy & Practice, 2016; 1)

Las mencionadas investigadoras del Centro de Lectura de Noruega han examinado los resultados de escolares y adultos en Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega con similares diferencias de género que luego desaparecen a los 16-24 años de edad. Sostienen que eso se debe a que el diseño de las pruebas internacionales PIRLS y PISA utilizadas para escolares favorece a las niñas a diferencia de la PIAAC para adultos.

La PIRLS y PISA que evalúan escolares están diseñados de una manera que pueden favorecer a las niñas a diferencia de la PIAAC para adultos.

PISA y PIRLS son pruebas que contienen numerosos «textos continuos»; son textos largos , que pueden ser descriptivos, narrativos, explicativos, etc. en los que las mujeres son generalmente mejores, mientras que los varones tienden a ser mejores en la lectura de textos no continuos, formas, anuncios, etc. También las mujeres son mejoras lectoras de textos ficticios mientras que los varones lo son en los textos fácticos. En PIRLS, la mayoría de los textos son continuos y la distribución de textos de ficción y de hechos es la misma: en PISA, el 60% son continuos y el 15% son ficticios, pero en PIAAC hay igual número de textos continuos como no continuos, y sólo usa textos fácticos.

En cuanto a la escritura varios estudios internacionales muestran que las mujeres son mejores que los hombres. Algunas de las preguntas en PISA y PIRLS son de respuestas con opción múltiple, para marcar una de ellas. Sin embargo, en los últimos años, más de las preguntas han sido abiertas, lo que obliga a los alumnos a proporcionar una respuesta por escrito. Se cree que esto logra un mejor cuadro de lo que los alumnos han entendido del texto, y cómo lo reflejan y lo evalúan. La lectura se mide a través de la escritura, lo que da a las chicas una ventaja. En PISA, donde la diferencia entre niñas y niños es mayor, el 65 por ciento de los ejercicios implican la escritura. En PIAAC, por otro lado, los participantes no necesitan escribir, y en su lugar tienen que seleccionar palabras, frases o extractos de los textos. Varios estudios han demostrado que las diferencias de género son mayores en los ejercicios escritos que en las preguntas de opción múltiple y que los niños tienen una mayor tendencia a omitir las preguntas escritas. Por esta razón, los dos

investigadores de la alfabetización creen que podemos decir que en este aspecto también, PISA y PIRLS son más amigables con las niñas que PIAAC.

También la motivación es un elemento que beneficia los puntajes de las mujeres que se empeñan más que los hombres para hacerlo mejor

También la motivación es un elemento que beneficia a las mujeres que se empeñan más que los hombres para hacerlo mejor, leer los textos a fondo, y responder a los ejercicios escritos complejos. Para querer esforzarse los hombres tienen que identificarse con el género del protagonista y el tema general. Además, las alumnas son más propensas a hacer lo que se espera de ellas que los alumnos que son más propensos a cuestionar, por eso la diferencia se intensifica hacia los 15 años, edad muy confrontacional para los varones que son muy resistentes para hacer cosas que no tienen significado directo para ellos.

Las investigadoras sugieren que hay que tomar en cuenta estos hallazgos para diseñar pruebas (como las de PIRLS o PISA) que sean más equilibradas a la hora de pedir a los alumnos que pongan en juego las habilidades y la motivación suficiente como para que al medir su comprensión lectora los resultados sean más válidos respecto a los existentes hasta hoy en los que aparece un sesgo pro-femenino falseado. Junto con ello también hay que ver el lado contrario, es decir verificar si pruebas como la PIAAC que se toma a los adultos no tienen un sesgo pro-masculino.

Sin embargo, aun así, siempre habrá que tomar con mucho cuidado estas pruebas por la diferencia que hay entre la situación artificial creada por una prueba aplicada para evaluar algo de manera descontextualizada de las situaciones prácticas de la vida cotidiana, respecto a las capacidades reales que tienen los individuos cuando tienen un reto por delante que les interesa, motiva o urge resolver, en el que realmente se definen sus capacidades. Por ejemplo, si una persona se enfrenta a la lectura de un texto creado por su profesor para evaluarlo, versus, la situación en la que un deportista quiere leer sobre los desarrollos tecnológicos, vestimenta y records que se imponen en el mundo en relación a la especialidad que lo apasiona.

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