Al debilitarse la tradicional familia numerosa, las funciones tradicionales de los hermanos han quedado en suspenso y en opinión de algunos deberían ser cumplidas por la escuela, proveyendo estímulos a los sentimientos de pertenencia y comunidad, así como diversos vínculos emocionales y sociales. Si bien la investigación se ha interesado en el impacto del ambiente social en las actitudes del niño hacia la escuela, su evolución cognitiva y su desarrollo académico, menos atención se le ha dado a las relaciones al interior de las clases y al desarrollo social durante los años de la primaria.

 

Un grupo de investigadores norteamericanos se ha aproximado al estudio del desarrollo de las habilidades sociales de los niños analizando lo que ocurre con el comportamiento de los niños cuando se les agrupa en clases multiedades (como las que se acostumbra en los institutos de idiomas, deportes o computación), comparado con las agrupaciones de niños en clases de la misma edad. Esta investigación de Diane E. McClellan & Susan J. Kinsey ha sido publicada en la revista Early Childhood Research & Practice (ECRP), Vol # 1 Spring 1999 y contiene el análisis de los efectos sociales y cognitivos que trae la agrupación de niños en clases de edades variadas (de hasta dos años de diferencia) versus clases con alumnos de la misma edad, controlando estadísticamente factores como sexo, capacidad de los profesores y comportamiento previo de los alumnos en pre escolar.

 

Los hallazgos sugieren un significativo y positivo efecto en el comportamiento pro social de los niños como consecuencia de haber participado en clases multiedades. Adicionalmente, menos niños de clases multiedades parecían haber sufrido experiencias de aislamiento social en sus clases comparados con los niños de clases monoedades. Los comportamientos agresivos fueron significativamente menores en las clases multiedades. Cuando se le hizo un chequeo longitudinal a los niños desde que estuvieron en salones multiedades en kínder hasta que llegaron al 3er grado a clases monoedades, se encontró que los niños que habían estado previamente en clases multiedades continuaban siendo menos agresivos y más prosociales. No se encontraron diferencias en patrones de amistad de niños que procedían de clases multiedades y monoedades.

 

INVESTIGACIÓN

 

Primero se hizo un pre test a niños de kínder de 5 años que estaban en grupos monoedades para detectar el potencial de diferencias iniciales que pudieran existir y que pudieran explicar posteriores diferencias sociales entre 1er y 5to grados. Luego se tomaron medidas para asegurar cierta similitud filosófica y pedagógica en las escuelas escogidas independientemente de que se trate de niños ubicados en clases monoedades o multiedades.
Tercero, usando una regresión múltiple en el análisis de los datos se controlaron las diversas variables estadísticas. Se elaboró una escala de 27 ítem que se calificaron del 1 (nunca) al 4 (usualmente) siendo el interés principal de los investigadores el comportamiento prosocial, amistoso y agresivo.

 

Se estudió a niños de 1ero a 5to grados de dos colegios primarios sub urbanos de clase media de Chicago y dos colegios del interior de la ciudad de Milwaukee. En un colegio funcionaban clases multiedades de 1er a 3er grado y de 4to a 5to grados, mientras que en los otros colegios se ofrecían secciones monoedades de kínder hasta 8vo grados.

 

El estudio incluyó un total de 566 alumnos de 29 salones, con 275 niños de aulas multiedades y 391 de aulas monedades. No estaban incluidos en estos números el pretest en 159 niños de kínder de clases monoedades y 203 niños de 3er grado de clases monoedades que fueron retesteados por sus profesores un año después de haber estado en clases multiedades para evaluar el efecto directo.

 

Los resultados favorecieron fuertemente el comportamiento positivo de los alumnos en clases multiedades. Los promedios para agrupaciones monoedades y multiedades revelaron consistentes diferencias en su comportamiento social a favor de las clases multiedades. De las 13 variables medidas, las tres de mayor valor predictivo de las variables dependientes (comportamiento amistoso, comportamiento prosocial, y comportamiento agresivo) fueron el sexo del niño, el tamaño del salón de clases, y las características de la agrupación (monoedades o multiedades).

 

REFLEXIÓN

 

Las agrupaciones multiedades no son soluciones mágicas, ni es una técnica que se recomiende a los profesores sin las estrategias de enseñanza y aprendizaje complementarias. Más bien es una estrategia para profesores que desean innovar dentro de un abanico de diversas estrategias como el aprendizaje cooperativo, la estrategia de los proyectos, centros de aprendizaje y clases descentralizadas que pretendan contribuir a crear un ambiente educacional que sea más beneficioso para el desarrollo intelectual, académico, físico, social y emocional de los niños.