«El futuro es incierto» reza la máxima entre los visionarios del futuro, lo que le plantea un reto muy particular a los educadores. ¿Cómo educar a un niño de tres años, que hoy ingresa a la educación inicial, para que quince años más tarde este apto para lidiar con los retos de un mundo que no tenemos idea de cómo será? En la entrevista mensual que nos concede el educador León Trahtemberg revisaremos cuáles son los escenarios educativos futuros previsibles para América Latina en los próximos 15 años.

T de M: Ud participó recientemente en Chile en una reunión de expertos educacionales del continente, convocados por Orealc-Unesco, para procurar hacer una prospectiva sobre el futuro la educación regional en los próximos 15 años. ¿Puede comentarnos qué fue lo que más le llamó la atención de lo tratado?

Dado el alto porcentaje de la educación latinoamericana que está a cargo del Estado el encuentro se refirió más a las instituciones públicas, pero como veremos, muchas de las reflexiones son igualmente aplicables a los desarrollos en la educación privada.
Lo más notorio para mi puede expresarse con la analogía siguiente: si en la década de 1980 se logró la ampliación de la cobertura educativa, en la de 1990 se notó una gran preocupación por la calidad de la educación. Personalmente veo que tanto en la educación pública como en la privada la década del 2000 será la del acceso de los alumnos a las computadoras, mientras que recién la del 2010 se preocupará por la calidad de los aprendizajes usando computadoras.

T de M: ¿Quiere decir esto que el acceso a la tecnología siempre precede a la comprensión de su buen uso?

No se si siempre, pero en el tema de las computadoras si está ocurriendo, por una razón muy sencilla: el marketing para la venta de computadoras y software es más oportuno y poderoso que la investigación educacional que pueda explicar si toda esta tecnología ayuda a mejorar los aprendizajes de los alumnos. Mucha gente, padres de familia y colegios primero compran las computadoras y después investigan qué hacer con ellas. Generalmente se quedan en aplicaciones muy básicas.

T de M: ¿Qué otros temas saltantes fueron tratados en este encuentro regional de Unesco?

Escuchando uno tras otro los representantes de los diversos países me he convencido más de lo que ya estaba de que la única manera de mejorar la calidad de la educación en un contexto de escasez de recursos es mejorar la gestión escolar. Y eso está íntimamente relacionado con la descentralización y la dotación de mayores márgenes de autonomía a los colegios, que permita una activa participación de los directores, educadores, padres de familia y comunidad toda en el desarrollo institucional. Si no hay más dinero, tiene que haber más energía humana. Y esa se convoca liberando a los colegios de las ataduras de los programas y reglamentos centralistas que son asfixiantes.

T de M: ¿Qué se habló respecto a los profesores?

Es unánime el sentir que el techo del profesor marca el techo del alumno. Dicho de otra manera, «dime quiénes son tus profesores y te diré que educación tienes». Aquí se remarca el severísimo problema que significa la selección, remuneración, estímulos y limitadas capacidades profesionales que tienen los profesores.
En todos los países se intenta capacitar a los profesores en cursos breves de algunas semanas al año, como se hace también en el Perú, y los resultados son muy pobres. No impacta mayormente en el aprendizaje de los alumnos. Más sentido tendría la capacitación de los directores y profesores en el propio centro educativo, para aprender a encarar y resolver los problemas cotidianos no en la teoría sino a partir de la práctica en su realidad concreta. Cada centro educativo debería convertirse en una unidad diferenciada de capacitación.

T de M: ¿No será que los institutos y universidades pedagógicas no están haciendo un buen trabajo de formación de profesores?

Es verdad. Existe una coincidente insatisfacción respecto a los centros de formación de los futuros profesores, los cuales siguen trabajando con los enfoques tradicionales, dejando a los nuevos profesores indefensos para las tareas educativas que demanda la nueva modernidad. Esto es tan cierto que los colegios de vanguardia suelen contratar para labores docentes a ingenieros, historiadores, científicos, abogados, etc. porque los profesores egresados de los centros pedagógicos tienen una formación académica que deja mucho que desear. La verdadera reforma educativa es la que debería llevarse a cabo en los centros de formación de docentes por su enorme efecto multiplicador.

T de M: Unesco llevó a cabo en 1997 una medición internacional de los aprendizajes de Lenguaje y Matemáticas en alumnos de 13 países, financiada por el BID ¿Qué se comentó de esta experiencia?

Los resultados se publicaron en 1998 y pese a que el Perú fue uno de los participantes el Ministerio de Educación peruano prohibió la difusión de nuestros resultados. En cambio los otros países Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Honduras, México, Paraguay, República Dominicana y Venezuela si pudieron discutir públicamente sus resultados. Los resultados muestran que los mejores estudiantes en todos los ítems y niveles fueron los de Cuba. Más atrás se ubicaron los estudiantes de Argentina, Brasil y Chile. Un poco más atrás Colombia, México y Paraguay. De lo que se sabe extraoficialmente Perú estaba entre los tres últimos.
En esta reunión se puso énfasis en que las próximas mediciones tomen en cuenta también el impacto social y cívico que tiene la educación, así como el que va teniendo la introducción de las computadoras a los colegios.

T de M: Suponemos que el tema del creciente desempleo de los profesionales debe haber sido tratado en una reunión de este tipo. ¿Qué está ocurriendo en los diversos países respecto a la relación entre Educación y Empleo?

Llamó mucho la atención un análisis que hizo un economista de CEPAL en el sentido que en las actuales circunstancias el desempleo de profesionales y descenso de sus remuneraciones es inevitable, a tal punto que estudiar más años después de la secundaria, ya no significa mejores niveles de ingreso. Cada vez más profesionales están desempeñando ocupaciones de baja productividad respecto a su formación. La solución a esto solo puede venir por el lado de la transferencia de más capital y tecnología a las millones de pequeñas y medianas empresas, que así podrían reactivarse y crecer demandando recursos humanos más calificados y productivos respecto a los que demandan actualmente.

T de M: Ante tantos problemas ¿No tiene Ud. La sensación de que el modelo educativo del siglo XX ya se agotó?

Efectivamente, el siglo XXI reclama de los intelectuales imaginar nuevos escenarios y estrategias para calificar mejor a los recursos humanos nacionales y darles la opción de empleo digno. Creo que hay que reinventar las estrategias educacionales. Pero eso requiere abandonar las estrategias de hacer «más de lo mismo» y revalorizar la reflexión intelectual interdisciplinaria sobre el tema educacional. De lo contrario, me temo que se va a seguir derrochando ingentes cantidades de dinero en una educación que es insatisfactoria e incapaz de cumplir sus objetivos.
¿Cuando una empresa se siente trabada en su desarrollo qué hace? Profundos cuestionamientos, consultas, revisión de estrategias, comparaciones, reingenierías, etc. Pero jamás sale adelante haciendo más de lo mismo o dejando las cosas como están. Creo que la educación latinoamericano está entrampada y no irrumpe hacia adelante.