Aprendizaje: no todo colegio es bueno para todo alumno

Hace un tiempo, una amiga muy apreciada me transmitía su ansiedad en víspera de asumir un importante cargo público, porque sabía que tendría ocupaciones y horarios impredecibles que podrían afectar sus tareas como madre.
Por si fuera poco, el colegio de sus hijos le había advertido que tenían algunos problemas de aprendizaje y conducta que podrían derivar en la necesidad de un cambio de colegio. Me conmovieron su ambivalencia y deseos de hacer las cosas bien como madre, sin renunciar a las posibilidades de su progreso profesional. Le di algunos consejos que creo que pueden serles útiles a otras madres:
1. Mantén siempre en tu agenda al menos una hora diaria para tus hijos. Son horas que no se pueden acumular para el sábado o domingo. No hay aritmética acumulativa en el vínculo madre-hijos. Necesita del goteo diario.
2. Tus hijos menores tienen algunas dificultades, pero jamás le des a ningún colegio el poder para definir tu sentir respecto de tus hijos, ni permitas que su autoestima se modele en función de la opinión que el colegio les trasmita. Cada colegio tiene su sistema de ingreso, evaluación, sus preferencias en el tipo de alumnado, sus políticas internas y, a veces, ocurre que nuestros hijos no calzan con las expectativas de ciertos colegios. Jamás asumas a priori que si algo anda mal es por culpa tuya. Puede ser una debilidad del colegio.
3. Si tú y tu esposo quieren procurar lo mejor para sus hijos, no tomen decisiones impulsivas frente a los señalamientos del colegio. Hay que verificar con calma cuál es la situación real de tus hijos antes de juzgar o actuar. Algunos colegios tienen mucho cuidado al evaluar a sus alumnos y recomendar terapias o traslados, pero otros lo hacen con cierta ligereza, para «sacudirse del problema». Sugiero que busques a un psicólogo competente para que los evalúe y precise el diagnóstico y requerimientos de terapia, desde una mirada más objetiva y profesional. Eso les dará las pistas sobre cómo proceder con la mayor responsabilidad. Si fuera el caso que tienen algunas dificultades reales, ¿acaso es su culpa haber nacido con características diferentes a las del común de sus compañeros? Ellos tienen que sentir que poseen recursos suficientes para salir adelante.
4. Debes tener presente que no todo colegio es bueno para todo alumno. Sin embargo, un cambio de colegio puede tener en los niños el mismo impacto emocional que un fallecimiento o un divorcio, por lo que hay que administrarlo con el máximo cuidado.
Dicho todo esto, también tengo dos consejos para los padres varones: lean el texto para apoyar a sus esposas, que por la naturaleza propia de las madres, son particularmente sensibles a estas dificultades de sus hijos. Y si están pasando por situaciones similares, relean el texto anterior, pero en versión masculina. También puede serles útil.