Cada vez se publica con más frecuencia evidencias sobre el impacto favorable que tiene la estimulación temprana en los niños para su éxito futuro, no solo como escolares sino como profesionales. Uno de ellos es el «Proyecto Abecedarian» de la Universidad de Carolina de Norte financiado por el Departamento de Educación de EE.UU. que fue reseñado por la revista Education Week (27/10/1999) y por el New York Times (Expreso 2/11/99).
Iniciado en 1972, se trata de uno de los pocos estudios longitudinales que rastreó y evaluó la situación de los adultos jóvenes de 21 años de edad desde que fueron niños de 6 semanas a 4 meses de vida, oportunidad en la que fueron llevados a los centros de estimulación inicial. Se obtuvieron más de 10,000 datos de cada niño cada año. Se encontró que los egresados del «Proyecto Abecedario» rendían mejor en pruebas de inteligencia, tenían mejor capacidad de lectura y habilidad matemática, accedían más a la educación superior, conseguían más empleos que requiere alta capacitación laboral y postergaban más la edad de inicio de la paternidad comparados con sus pares de similar extracción socioeconómica y cultural pero que no asistieron a estos marcos de estimulación inicial.
El «Proyecto Abecedario» empezó oficialmente en 1972 y durante cinco años incorporó a 111 niños afroestadounidenses pobres pero médicamente sanos en Chapel Hill, Carolina del Norte: 57 fueron asignados a centros de crianza infantil diurnos de tiempo completo hasta los 5 años de edad, donde tenían un sencillo programa de diversión aunque se enfatizaba el desarrollo de habilidades de lenguaje, empezando con estímulos visuales para infantes y luego juegos de búsqueda y laberintos para niños un poco mayores (porque se supone que eso ayuda el desarrollo académico general); los otros 54 fueron asignados para ser grupo de control que solo recibieron suplementos nutricionales y algún apoyo social. Luego asistieron a jardines pre escolares públicos a partir de los 5 años. En el grupo experimental la tasa alumnos/profesor era baja: para los infantes había un profesor por cada tres niños, mientras que para los niños pre-escolares (3-5 años) había un profesor por cada 7 niños. Los profesores eran capacitados regularmente pero solo la cuarta parte de ellos tenía un primer titulo universitario. Los hallazgos de este estudio abarcaron a 104 adultos que estuvieron en la muestra original.

RESULTADOS
– 35% de los «abecederian» asistieron a cuatro años de universidad antes de cumplir los 21 años, comparados con solo 14% del otro grupo.
– A los 21 años, 40% de los graduados «abecederian» seguía sus estudios superiores, 65% tenía un buen empleo o estaba en la universidad, comparado con el 20% y 40% respectivamente del otro grupo.
– Aquellos que ya eran padres o madres antes de los 21 años, eran menos en el grupo «abecederian» y más tardíos que los otros. En el grupo «abecederian» el promedio de edad de quienes se iniciaron como padres era 19 años comparado con los 17 años de los otros.
– Controlados cuando tuvieron 15 años de edad, se encontró que el 30% de los jóvenes «abecederian» habían repetido un año frente al 56% del otro grupo.
– En los exámenes nacionales los jóvenes «abecederian» puntuaban en promedio 5 puntos porcentuales más que los otros. Por otro lado la brecha en el cociente de inteligencia descendió de 17 puntos a los 3 años a solo 5 puntos a los 21 años. Esto se debe a que la medición de inteligencia en los niños estimulados da resultados más altos que en los no estimulados, pero en el tiempo los otros también producen más de acuerdo a sus potenciales. Sin embargo llevan resentidos sus aprendizajes iniciales.

REFLEXIÓN
En realidad los asistentes a estos centros pre escolares no hacían nada que una madre normal no podría hacer con su propio hijo. De lo que se trataba era estimular a los chicos desde pequeños para que jueguen, hablen, corran, trepen, interactúen socialmente de modo que paulatinamente amplíen sus horizontes personales, sociales y culturales. Para esto no se requiere un equipo docente demasiado sofisticado. Basta con que uno de los profesores que coordina a los otros esté debidamente capacitado. Este estudio corrobora una vez más que para ofrecer «igualdad de oportunidades» a los personas de escasos recursos no basta facilitarles el acceso a la escuela, ni siquiera a un centro de educación inicial de 3 o 4 años (que ya es tarde), sino más bien a actividades de estimulación temprana que deben iniciarse desde los primeros meses de la vida.
Este estudio abre horizontes mucho más optimistas que otros que muestran que cuando los pobres reciben estimulación inicial recién a los 4 años, en sus resultados quedan detrás del desempeño de los niños que proceden de hogares más solventes.
Lo que nos está diciendo es «si quieren tener buenos resultados, empiecen lo más temprano posible».

Artículo afin:

Why Preschool Shouldn’t Be Like School. New research shows that teaching kids more and more, at ever-younger ages, may backfire. By Alison Gopnik

Francia rebaja de los 6 a los 3 años el inicio de la escolaridad obligatoria. La ley contra la desigualdad entrará en vigor el próximo curso. Hungría es el único país de la UE que escolariza ahora a esa edad