El gobierno le dio al Sutep una salida política para que los maestros desistan de la huelga que iniciaron para medir fuerzas con el Conare, y que se iba a desinflar ni bien empezaran los descuentos salariales, difíciles de sobrellevar para la mayoría de profesores. Es el artificio de la “recuperación de clases” a cambio de no descontar los días no trabajados una vez declarada ilegal la huelga. En realidad, usualmente es así como se han levantado las huelgas magisteriales.

El gobierno anunció que el 5 de octubre cerraría las planillas salariales y que si para ese día el Sutep no levantaba la huelga, se ordenaría hacer los descuentos, dándole además una salida a los Gobiernos Regionales que por razones políticas internas se resisten a descontarles a los profesores huelguistas. Y precisamente ese día el Sutep anunció el fin de la huelga. Usó como argumento políticamente correcto la atención a la presión de los padres que pedían a los maestros regresar a clases.

El gobierno además ha canjeado los aumentos previstos para el último trimestre del año una vez promulgada la Ley de Reforma Magisterial –que podría demorarse aún en el Congreso-, por un bono de 300 soles para todos los profesores. Eso da tiempo hasta enero 2013 al Congreso para promulgar la ley, y al Gobierno para implementar la nueva escala salarial magisterial, acorde con la nueva ley.

En cuanto a la recuperación de clases, usando los días sábados, feriados, etc. eso no logrará sustituir las clases perdidas. Primero porque los días perdidos han roto secuencias de aprendizaje que han creado olvidos y vacíos que requieren repasos a costa de avanzar. Segundo, porque es difícil que profesores y alumnos que tienen ordenadas sus actividades semanales con otras actividades para sábados, domingos y feriados (especialmente en las zonas rurales) asistan regularmente a las clases. Tercero, porque no se puede armar un horario de un día a la semana extra en el que calcen todos los cursos y profesores que comprende la semana completa de clases perdidas; etc. Y así, podríamos agregar argumentos.

Lo que ha ocurrido en suma, es que se ha dado una solución política a un problema político, y como era de esperarse, los maestros cercanos al Conare se tomarán unos días más hasta regresar a clases (para marcar sus distancias del criticado CEN del Sutep-Patria Roja).

En todo esto, lo pedagógico ha terminado siendo nuevamente un asunto de preocupación secundaria por todos los involucrados.