¿Cómo asegurar que un escalafón meritocrático para los profesores realmente estimule su superación en lugar de promover su uniformidad pasiva? ¿Cómo lograr que se establezcan diferencias en las remuneraciones en función de los méritos de cada uno? A propósito del anuncio del Ministro de Educación Nicolás Lynch sobre el escalafón meritocrático para profesores, conversamos con el experto León Trahtemberg, en la habitual entrevista didáctica que nos ofrece cada mes.

T de M: ¿Cuál es la diferencia entre el escalafón salarial de los profesores peruanos y los de otros países?

Casi todos los países del mundo ya han adoptado un escalafón meritocrático que considera los méritos que hace el docente para perfeccionarse, y en algunos casos incluye también una consideración al desempeño logrado por los alumnos. Después de todo, la razón de ser de la docencia es que los alumnos aprendan ciertas cosas, y el profesor que lo logra tiene derecho a ese reconocimiento.
En el caso peruano el escalafón aún está diseñado en base a consideraciones meramente formales y numéricas, como son el título original obtenido por el profesor, los años de trabajo acumulados y el cargo. Ninguno de esos elementos expresa la calidad de su trabajo ni el nivel de aprendizaje logrado por los alumnos.

T de M: ¿Qué país ha sido más agresivo en la reformulación del escalafón docente, en busca de un escalafón meritocrático?

Indudablemente los EE.UU. y entre los latinoamericanos Chile y Costa Rica.
En EE.UU. la estrategia de moda es el “pago por mérito” para los profesores, que reciben aumentos de sueldo en función de los méritos que acumulan con su trabajo docente. Sin embargo aún no termina el debate sobre el valor de recompensar a los profesores en base a su desempeño y los logros de los alumnos.

T de M: : ¿Porqué podría fracasar esta estrategia?.

Es que es difícil precisar criterios objetivos y equitativos que permitan recompensar el mérito individual de los profesores. Cualquier sistema de supervisión es subjetivo y puede dar pie a favoritismos y corrupción.
Además, ¿en función de qué se mediría el mérito del profesor? Si se hace en base a los puntajes que obtienen los alumnos en las pruebas, se pierde de vista la diversidad curricular que en realidad en un valor en escuelas autónomas. En caso de tomarse pruebas estandarizadas, los profesores se verían tentados a enseñar solamente para aprobar el examen, dejando de lado todo aquello que no entra en el examen, que puede ser la parte más valiosa del currículo.

T de M:Me imagino que los profesores que no enseñan cursos cuya producción se pueda medir quedarían en desventaja, ¿verdad?

Claro. Eso ocurriría en cursos como arte, deportes, oratoria, teatro, música, educación ciudadana. También ocurriría con los tutores o consejeros escolares. Pero más grave aún es el hecho que si se premia a los profesores por los logros de los alumnos, difícilmente encontraremos profesores que quieran enseñar a clases en las que hubieran alumnos con dificultades de aprendizaje. Más sentido tendría crear incentivos para que los mejores profesores trabajen con los alumnos más débiles.

T de M: En un sistema de pago por méritos en el que no todos los profesores recibirían igual mérito y remuneración, ¿no habría celos y rivalidades entre ellos?

Por supuesto que sí. En un colegio donde hay buen ambiente de trabajo los profesores colaboran con sus colegas, discuten las fortalezas y debilidades de los alumnos, comparten estrategias e integran sus esfuerzos. Si se introduce el sistema de pago por méritos individuales, se corre el riesgo de indisponer a unos profesores en contra de otros, recompensar a unos y castigar a otros independientemente de cuan duro trabajen.

T de M: Si es así, ¿qué dicen quienes favorecen este sistema, que finalmente parecen ser los que se han impuesto en los países que Ud. ha mencionado?

Ellos consideran que pagar a los profesores sobre la base de su éxito para inducir a los alumnos a aprender convierte el sistema de compensación en una herramienta que permite alcanzar una efectiva enseñanza y aprendizaje. Después de todo, en la mayoría de las profesiones, quienes logran los desempeños más destacados ganan mas que los ineficaces.
También argumentan que es una de las maneras más atractivas de mejorar la captar y retener a los buenos profesores, porque le da a los jóvenes las mismas posibilidades de ascender en la carrera y las escalas remunerativas en base a sus logros. De este modo el pago por méritos ofrece a los profesores incentivos para pulir sus habilidades y mejorar el desempeño de sus alumnos.

T de M:¿Cómo encarar entonces las objeciones de quienes se oponen al pago por méritos de los profesores?

Con el debido cuidado el sistema puede ser diseñado para alentar el trabajo cooperativo. Por ejemplo a los profesores mas efectivos se les puede bonificar por orientar a los otros, y se pueden combinar incentivos grupales con incentivos individuales. Por otro lado, si basamos el juicio sobre la efectividad de los profesores en las mejoras que logran los alumnos, considerando el valor agregado logrado durante el año escolar que se evalúa, se puede evitar desalentar a los profesores que no quieren hacerse cargo de las clases más difíciles.
No es fácil, pero lo que parece indiscutible es que el escalafón salarial uniforme, que coloca a los profesores mediocres y a los sobresalientes en el mismo sistema salarial rígido, no alienta la superación de nadie.

T de M: ¿Cómo es el caso de Chile?

A partir de 1996 se introdujo en Chile el Sistema Nacional de Evaluación del Desempeño de los Establecimientos Educacionales Subvencionados (SNED) que entregan estímulos monetarios a los docentes de los centros educativos de excelencia seleccionados bianualmente por su buen desempeño. Se elige al 25% superior de centros de cada región. El 90% del monto que da el Estado se reparte entre todos los profesores del centro educativo premiado en función de sus horas de enseñanza y el 10% restante a los mejores profesores escogidos por cada centro educativo. Así a la vez que se motiva el desempeño de los profesores, se le entrega información a la comunidad escolar, integrando la medición de distintos aspectos relacionados con la calidad de la enseñanza, pero comparando cada centro educativo con aquellos que atienden a una población socioeconómica similar que están agrupados por grupos diferentes.

T de M: ¿Cuáles son los factores que se evalúan?

Los factores que se evalúan son seis, basados en las pruebas del SIMCE de 4to. 8vo. y 12avo grados en matemáticas y castellano; encuestas a padres; actas de inspección del Ministerio, estadísticas de matrículas considerando aprobación y repetición de alumnos; encuestas a directores regionales y a los estamentos de los propios centros educativos. Estos factores quedan ponderados de la siguiente manera: efectividad en los resultados (37%); superación respecto a la prueba anterior (28%); características de la población escolar (22%); capacidad para incorporar innovaciones (6%); nivel de integración y participación de profesores, padres y apoderados (5%); mejoramiento de las condiciones de trabajo y adecuado funcionamiento (2%).