China ha pasado en 30 años de ser una economía cerrada a ser sede de enormes plantas de las más grandes transnacionales del mundo, arrastrando a países como Tailandia, Vietnam, Malasia, México, Brasil a una carrera por la competitividad. India se convirtió en la capital mundial del outsourcing 50 años después de la decisión de Nehru (1951) de crear los Institutos Indios de Tecnología para formar recursos humanos del más alto nivel en ciencia, medicina e ingeniería. Israel creó el Instituto Weizmann para la investigación científica, la gestión de patentes y creación de compañías de base tecnológica y está en la frontera del conocimiento. Finlandia es la economía más competitiva del mundo y encabeza el ranking en tecnologías de información y comunicación. ¿Qué espacio en este planeta globalizado competitivo tiene el Perú, con su recurso humano pobremente calificado y poco productivo, incapaz de competir en calidad y precio con el asiático? Urge que el Perú aproveche la temporal bonanza económica para hacer reformas cruciales para su sustentabilidad socioeconómica, empezando con la educativa. Además, identificar al menos una fortaleza en torno a la cual focalizar esfuerzos por desarrollar ciencia, tecnología, patentes y recursos humanos altamente calificados, que nos coloquen en el mapa mundial de la excelencia científica. El foco podría ser la biodiversidad. El Perú es uno de los mayores centros de germoplasma de especies domésticas comercialmente útiles de flora y fauna del mundo. Es un país megadiverso que alberga cerca de 50,000 especies vegetales diferentes (20% del total del planeta). Al menos 2,600 tienen aplicación industrial como fuente de alimentación, medicinales, recursos madereros, forrajeras, aceites y grasas, aromas y perfumes, productos de cosmetología, productos curtientes, especies y tintes y colorantes. Se han reportado 24,500 especies de plantas superiores, especies de helechos, mamíferos, aves, peces, reptiles y filos menores. Toda esta diversidad dentro y entre las especies puede proporcionar al planeta alimentos, maderas, fibras, energía, materias primas, sustancias químicas, industriales y medicamentos. Sugiero que el gobierno convoque un núcleo de científicos peruanos de altísimo nivel, residentes en el Perú (junto con algunos residentes en el exterior), les garantice sueldos de nivel internacionales y les encargue crear en la selva la mejor universidad del mundo en la que se investigue la biodiversidad, se gesten productos, patentes y negocios incluyendo servicios como el turismo científico y ecológico. Gente local de la talla de Antonio Brack Egg, Jorge Heraud, Modesto Montoya, Ciro Maguiña, Ronald Woodman, Manfred Horn, Alberto Giesecke, Patricia Majluf y consultores visitantes del nivel de Carlos Bustamante (Berkeley), Fernando Ponce (Arizona), Jaime Fernández-Baca (Oak Ridge), Tom Kirchhausen (Harvard), Barton Zwiebach (MIT), Marcos E. Milla (Pennsylvania), Augusto Becerra López-Lavalle (Australia), Waldo Lavado (Francia), Meylin Terrel (Stuttgart), Roberto Flores-Guevara (Francia), Ruth M. Campomanes (Rio Grande do Sul), Eddy Clemente (Xian Jioatong), entre muchos otros que asisten a las convocatoriaS de fin de año de Modesto Montoya. Ellos podrían ser el “start.up” de esta experiencia, creando la incubadora para una nueva generación de científicos peruanos. La inversión inicial podría salir de las donaciones mineras. Paulatinamente se autofinanciaría con los “grants” que capten los investigadores junto con el retorno de los créditos educativos otorgados a los estudiantes y las regalías de las patentes. En pocos años tendríamos una de las universidades “top-100” y pocos años después una de las “top-10”. Alan García podría ser el iniciador de esta experiencia, de modo que en lugar de ser recordado por haber limpiado su pasado, sea recordado como Nehru o Ben Gurión por haber sido el impulsor de la vanguardia científica y tecnológica peruana en el campo de la biodiversidad, tema en el cual podemos ser los campeones mundiales. Son mis mejores deseos para el año 2007.

Artículo afin:

(LT: cambien la palabra universidad por la de colegio y tendrán una propuesta interesante del TEC de Monterrey) Elementos de una nueva visión para la formación universitaria. Inmersión vivencial con enfoque crítico. Trabajo colaborativo y aprendizaje autónomo. La interdisciplinaridad. “Ante un mundo incierto y de cambios constantes, es responsabilidad de las universidades formar personas que desarrollen su propio proceso de aprendizaje autónomo de manera exitosa”