Transcurridos algunos años desde que se crearon y pusieron en funcionamiento las nuevas universidades privadas que nacieron bajo el esquema de universidad-empresa, uno de los primeros efectos que han producido sobre el mercado educacional es el replanteamiento universal de los sistemas de admisión a las universidades nacionales y privadas.

Cabe recordar que el sistema de exámenes de ingreso de opciones múltiples para cada pregunta se introdujo en el Perú en los años 60,s y a pesar que se ha demostrado que tiene severas limitaciones desde el punto de vista educativo, sufrieron de muy pocos cambios. Han seguido existiendo por más de 30 años. Pocas universidades se han tomado el trabajo de verificar si realmente sirven a sus propósitos, si seleccionan bien a los mejores y si toman en cuenta las capacidades desperdiciadas de los postulantes que por no aprobar estos exámenes quedan fuera de la universidad. Han tenido que llegar las nuevas universidades privadas con sus novedosas estrategias de marketing y admisiones para poner en jaque a las antiguas. Recién entonces han tomado nota de aquello que ya existe en los EE.UU. y muchos otros países desde hace más de 30 años, es decir, la valoración de los antecedentes y méritos escolares de los postulantes.

Los exámenes de ingreso tradicionales en el Perú consideraban que todos los postulantes son iguales y se tenían que jugar su futuro universitario a través de la aprobación de un único examen de unas tres horas de duración. Todos los méritos que un postulante pudo haber acumulado en su vida escolar eran totalmente desconocidos. Son las universidades nuevas las que introducen la valoración de los méritos escolares como componente de la decisión del ingreso a la educación superior. Son las que empiezan a darle una posición preferente a los alumnos del tercio o décimo superior de su colegio. Obviamente no es un sistema perfecto y es evidente que también contiene un afán marketero. Sin embargo, es claro que han colocando en la agenda educacional un tema que era necesario tratar. No era posible que las universidades fueran tan soberbias o negligentes como para que no les interesara la información existente en los colegios sobre los postulantes. Tenía poco sentido que las universidades tengan la postura de decir «si este alumno era de los mejores en su colegio a mí no me interesa, pues para mí vale igual que cualquier otro». Este tipo de actitud llevó al desperdicio de una valiosísima información de quienes conocen por muchos años a los postulantes.

 

REFLEXIÓN
Ahora casi todas las universidades públicas y privadas han modificado sus sistemas de admisión. ¿Porqué no lo hicieron antes?. Por falta de reflejos, por no chocar con intereses establecidos y por una especie de soberbia de pensar que tienen a su clientela asegurada. En cambio las universidades nuevas no tienen que vencer las resistencias de una cultura y una burocracia ya instalada, por lo que pueden lanzarse con propuestas innovadoras sin chocar con intereses de nadie.

Este es solo un ejemplo que muestra que las universidades tradicionales públicas y privadas deberán prepararse para encarar esta nueva competencia en el mercado educacional que las va a poner permanentemente en jaque respecto a sus prácticas tradicionales. Pronto llegarán sucursales de universidades extranjeras que se instalarán en el mercado peruano. No habrá más remedio que mejorar sus reflejos y anticiparse a estos frentes e introducir de una vez las largamente esperadas reformas en sus quehaceres administrativos, pedagógicos y profesionales..

Uno de los cambios urgentes es el de abandonar su mudez social y procurar tener una mayor presencia en el mundo de las empresas y sobre todo en los medios de comunicación, para así prestigiarse y darse a conocer plenamente más allá de sus muros perimétricos.

En el Perú cuando se discute sobre cualquier tema nacional rara vez están presentes los decanos o rectores universitarios como voceros u orientadores de la opinión pública. Se les escucha y ve muy poco. ¿Cuándo ha sido la última vez que un rector o un decano de una de las 50 facultades de educación ha estado animando el debate educativo en los medios de comunicación o en los congresos educacionales?

Los que animan el debate en los medios generalmente no son personas cuya actividad central sea la universidad. Parece increíble que los catedráticos e investigadores estén tan ausentes de esta labor de orientación que queda solo en manos de periodistas o analistas que no activan en el mundo universitario. Por lo que se prevé, una de las principales estrategias para prestigiar las universidades tradicionales será la de tener una mayor presencia pública que de buena imagen y confianza, haciendo conocer el valor de su docencia, investigaciones y propuestas. (dialogo@ole.com)