El discurso de inicio de quinquenio del Presidente Alberto Fujimori definió sus lineamientos de trabajo para la educación, enfatizando la inversión en los “bienes” más que en los agentes del servicio educativo, es decir los directores y profesores. Dijo “ Y en educación continuaremos trabajando intensamente. No haremos la filosofía tradicional de discusiones en foro tras foro sino 3,000 colegios más en este quinquenio en todo el territorio nacional, 6 millones de cuadernos escolares anuales, textos, igualmente gratuitos en español y bilingues, en todas las variedades de quechua , aymara y en lenguas de la Amazonía. Mejoraremos, aún más, la atención por el Seguro Escolar Gratuito, un modelo de atención en salud en Latinoamérica. Y por ese camino va ir el plan piloto de almuerzo escolar que se ha proyectado para tener una extensión similar a la del desayuno escolar. Esta es la aplicación de un concepto de apoyo al educando desde el importante aspecto de la nutrición. En suma, haremos realidad la revolución del aula escolar, complementando estas conquistas con la dotación a cada escuela de la computadora y la conexión al internet y a bibliotecas virtuales. El acceso a esta indispensable tecnología va a constituirse en un derecho de los niños y jóvenes de todo el Perú. Se incluirán en la currícula conceptos de gestión empresarial y de informática para preparar jóvenes con mentalidad emprendedora e iniciativa para formar sus propias empresas, teniendo como horizonte el mercado internacional. Con centros especializados, se dará mayor fuerza al programa de capacitación magisterial en varios departamentos del país”. (El Peruano 29/7/2000)

Si bien el Perú está a una gran distancia de los niveles de inversión educacional y los logros espectaculares que exhibe la educación de los países del sudeste asiático, vale la pena hacer un ejercicio de confrontar los enfoques respecto a cómo alcanzar la calidad educativa según la propuesta peruana respecto a cómo lo plantean los países asiáticos. En esos países se están dando agresivas medidas para desregular, descentralizar e incrementar la autonomía de cada centro educativo fortaleciendo las capacidades de “Gestión Basada en la Escuela”, diversificación curricular y participación activa de la comunidad. (“School Effectiveness and School Improvement”, Vol 10 # 1; marzo 1999 editor Yin Cheong Cheng). .

HONG KONG

El caso de Hong Kong es muy paradigmático. Entre 1997 la “Comisión de Educación del Gobierno de Hong Kong” establecida con la misión de proponer los objetivos y prioridades de política educativa, así como coordinar y monitorear la planificación y desarrollo de la educación y la investigación en todos los niveles, publicó un reporte identificando las razones por las que no se obtuvieron los resultados deseados en los objetivos trazados entre 1984 y 1996, destacando 1) La falta de uso de la investigación como soporte de las decisiones de política educativa. 2) El sobre énfasis en la colocación de recursos para atender las condiciones físicas de la enseñanza (91% del total) lo que incluía el mejoramiento del ratio alumnos/profesor y el mejoramiento de los edificios escolares, destinando solo el 7.1% a la formación y mejoramiento de los profesores y directores.

La investigación demostró que el mejoramiento de la calidad de la educación depende mayoritariamente de la calidad del profesor, su desarrollo profesional y el tipo de gestión escolar a cargo del director. 3) El tercer factor detectado fue la errada presunción que todos los colegios son similares y pueden ser tratados como si fueran homogéneos, lo que llevó a desconocer sus necesidades y complejidades específicos.

Por eso la nueva ola de reformas iniciadas en septiembre de 1997, enfatizaron (y lo siguen haciendo) la diversificación y la “Gestión Basada en la Escuela”, de modo que el mejoramiento de la calidad de la educación no se base en el cambio de algunos aspectos sueltos o parciales, sino en el desarrollo particular y articulado del conjunto de componentes de cada organización escolar. Este enfoque destaca conceptos como descentralización, autonomía, participación, flexibilidad y “accountability” o rendición de cuentas.

 

REFLEXION

El discurso presidencial colocó la atención preferencial de las próximas políticas educacionales en la provisión de “bienes” que apoyan la educación, entre ellos la infraestructura, tecnología, libros y cuadernos, programas, alimentos y salud escolar. Estuvieron casi ausentes los factores del éxito de la experiencia asiática, es decir los “recursos humanos” (directores, profesores) que hacen funcionar el servicio educativo, los nuevos modelos de gestión educativa basados en cada escuela (autonomía y diversificación), así como la reflexión que nace de los hallazgos de investigación educacional. Quizá, a la luz de la experiencia asiática, convendría reconsiderar estas omisiones. (dialogo@ole.com)