Presidente Fujimori, háblele a los niños. Los niños constituyen un tercio de la población nacional, y aunque no pueden votar para elegir a sus gobernantes, padecen igual que los votantes y de manera muy intensa las crisis económica y política. Ellos se nutren día a día de las fracciones de información que el zapeo televisivo permite, con lo cual se imaginan lo que pasa en el país. Su saber se refleja a su manera en sus conversación, composiciones escolares, juegos libres y dramatizaciones; todos ellos profundamente impregnados de imágenes y frases que reiteran palabras claves como vídeo, chuponeo, fuga, ladrón, mentiroso, golpe militar, corrupción, elecciones, marchas; también están impregnadas de nombres como Montesinos, Fujimori (chino), OEA, Olivera, Toledo, Tudela, Absalón y Marta (Chavez o Hildebrant). Esto es perfectamentente comprensible por la notoriedad que tienen estos personajes y los adjetivos más utilizados en los medios para referirse a ellos.

Presidente Fujimori, háblele a los niños. Los niños están confundidos y asustados. No saben qué pasa ni cómo elaborarlo. Reciben poca o ninguna orientación seria, objetiva e informada por parte de figuras de autoridad que les hablen en su lenguaje. Ellos sólo se nutren de los titulares que ven en los kioskos, las frases sueltas que escuchan en la casa o la clase, algunas imágenes que ven en la televisión o los chismes de la calle.

Presidente Fujimori, háblele a los niños. Ud. le dice a los adultos que ha construido colegios y repartido libros para facilitar el estudio de los alumnos; que les ha proveído de alimentos y seguro escolar para que se nutran y sean atendidos cuando enferman o se accidentan. Pero no les ha hablado a éllos. En este momento de crisis no necesitan que les hablen de las cosas que les dan. Necesitan la presencia del padre de la patria, que los oriente, que los acoja, que los tranquilice, que les explique porqué hay tanta conmoción en el Perú.

Presidente Fujimori, háblele a los niños. Sé que su agenda es apretada, más aún ahora que está tratando de lidiar con visitantes inesperados. Pero también la agenda de los niños es apretada. Ellos están acumulando sin filtro una tras otra imágenes suyas que los desorientan; lo ven molesto y no saben porqué; ven que persigue a su amigo Vladimiro al que tanto defendía y justificaba. Ven a los líderes del gobierno y la oposición abrazarse en el Country Club mientras Absalón y Marta se pelean en el Congreso. ¿Cómo pueden entender eso? ¿Qué imagen de la política están cultivando para el futuro?

Presidente Fujimori, háblele a los niños. Explíqueles porque el país está tenso, porqué el gobierno ha adelantado las elecciones, qué hace acá la OEA, porqué se retiró Tudela, de qué se trata el video Kouri Montesinos que tantas veces vieron por televisión. Explíqueles porqué a pesar de la crisis y el desempleo hay que seguir confiando en que la economía mejorará y el sentido que tienen los pleitos de Boloña con Joy Way.

Presidente Fujimori, háblele a los niños. Explíqueles que no va a haber fraude en las próximas elecciones porque Ud. velará por una elección justa; que si sus padres asisten a marchas o se pronuncian libremente por algún candidato no serán perseguidos ni castigados; que cuando critiquen al gobierno no tendrán que mirar alrededor para detectar delatores; que lo que hablen por teléfono no será escuchado ni divulgado por nadie.

Presidente Fujimori, háblele a los niños. Porque si no lo va a hacer Ud., los niños tendrán que conformarse con armar sus propias teorías mezclando su fantasía con los chismes de la calle, impregnados quizá con algunas menciones irónicas o graciosas de «los chistosos» o algún otro conductor televisivo. Eso será lo que se asentará en su memoria política, base de su posterior pensamiento político y cívico. Ellos serán la generación de niños que mañana repetirán automáticamente «los políticos son corruptos y mentirosos», «a los congresistas solo les interesa el dinero», «los gobernantes son ladrones», «los militares solo buscan su interés personal», etc.
En nombre de los niños, hijos de civiles, policías y militares, le pido:

Presidente Fujimori, háblele a los niños. No a través de imágenes psicosociales, animadoras de talk shows o spots con dibujos animados. Hábleles Ud. Sr. Presidente. De frente a la cara. Convóquelos para que lo escuchen. Explíqueles lo que pasa. Déles seguridad. Pídales paciencia y deles confianza de que pasadas las turbulencias del corto plazo vendrán tiempos mejores. Inspírelos para que crean en el Perú.