El 24 de agosto se presentó el primer ministro y ministro de Educación, Federico Salas, ante el Congreso de la República para anunciar su plan de trabajo, del cual comentaremos aquellos temas que estuvieron dedicados a la educación.
Se trata de un documento bien redactado y articulado, que permite al lector entender claramente la lógica gubernamental en el tema educativo, tanto de la década transcurrida como del quinquenio que se acaba de iniciar.
Esta lógica señala que habiendo hecho el gobierno grandes esfuerzos en la década pasada para mejorar la currículo y la calidad de la educación inicial y primaria y asegurar su futura sostenibilidad, ahora le toca el turno a la secundaria (materiales, currículo, capacitación docente) y a la técnica, a la par que se extiende la cobertura de la educación inicial de niños de cinco años y el bachillerato. Junto a ello, señala que la política de distribución de recursos para educación seguirá las mismas prioridades de la década pasada; es decir, los recursos no corrientes presupuestados para el sector se invertirán en la construcción de 3,000 colegios, reparto de textos y cuadernos de trabajo y el Plancad para capacitar docentes. Además el Ministerio de Educación procurará extender el acceso de los alumnos a internet y bibliotecas virtuales, la capacitación docente a distancia con apoyo satelital. En cuanto al aumento de remuneraciones para los profesores, aunque prometió darle prioridad, no habrá novedades por un tiempo, en tanto Economía no cuente con recursos. También anunció la obligatoriedad de cumplir las 36 semanas de clases anuales, la continuación de los programas de alimentación y seguro escolar, el impulso a la recreación, educación física y el deporte escolar y de competencia, el control del consumo juvenil de bebidas alcohólicas, la culminación de las comisiones reorganizadoras de las universidades para fines del 2001 y la elaboración de una nueva ley de educación. En cuanto a cultura anunció la convocatoria de personas e instituciones representativas para formular propuestas para la conservación y promoción internacional de nuestro patrimonio cultural y tradiciones.
Omisiones
Dada la extensión del segmento del discurso dedicado a la educación llaman la atención algunas omisiones, las más notorias de las cuales son la total ausencia de menciones a los directores escolares, tanto en su rol profesional como en su capacitación (no se mencionó el Planged), la reforma de los institutos pedagógicos que forman a los nuevos profesores, el apoyo al desarrollo de la investigación, ciencia y tecnología peruana, y la ausencia de la promoción del arte en los colegios, no sólo por su valor formativo, sino porque es un aliado natural de cualquier política de promoción cultural.

Descentralización
El ministro Salas hizo dos anuncios sobre la futura descentralización a través de la participación de los padres y la comunidad en el quehacer educativo de los alumnos. Dijo: «el Ministerio de Educación estará instalando progresivamente Comités Locales de Apoyo a la Gestión Educativa (CLAGE). Estos comités estarán integrados por representantes del Sector Educación, de las municipalidades distritales y municipalidades delegadas, de los padres de familia y de la comunidad. Es nuestra intención que estos comités desarrollen propuestas aplicables a su realidad, sobre currícula, calendario y horario escolar». En otro acápite al referirse al reducido tiempo efectivo de clases de los alumnos dijo: «se promoverá la participación efectiva de los padres de familia de todos los centros educativos, quienes junto con las autoridades comunales, campesinas o nativas, intervendrán en el control de la asistencia y puntualidad del personal docente y administrativo».

Sugerencias
En este primer comentario sobre las políticas del sector quisiera aportar dos sugerencias: primero, creo que el ministro Salas debe tomar conciencia de los malos resultados que se han obtenido en las pruebas nacionales e internacionales de medición de aprendizajes en primaria, y que si no se consolidan los aprendizajes en ese nivel los esfuerzos para reformar la secundaria tendrán poco sentido. Sugiero mantener la prioridad de inicial y primaria fortaleciendo primero sus múltiples debilidades, antes de avanzar a la secundaria sobre bases muy frágiles. Segundo, la verdadera descentralización es la que lleva el poder de decisión a las propias escuelas, que es algo que está ausente en la propuesta ministerial de los CLAGE, que no menciona la participación de los directores y profesores. Darle participación a las municipalidades, la comunidad y los padres tiene sentido solamente en la medida que cada colegio tenga suficiente fuerza institucional y niveles de autonomía como para dialogar horizontalmente con los factores extra escolares. De lo contrario, los actores e intereses extra escolares van a terminar aplastando a los colegios.