Hay una costumbre perversa y poco democrática de parte de algunos que no toleran las críticas u objeciones a sus propuestas o convicciones, que consiste en satanizarlas (o hacerlo con el mensajero) aduciendo una falta sensibilidad hacia los pobres o menciones populistas similares. Por ejemplo las objeciones que varios señalamos al bono de incentivo al desempeño escolar para profesores, son enfrentadas aduciendo nuestro desprecio al derecho de los profesores meritorios a ganarse algo más por su trabajo, cuando en realidad hay argumentos muy sólidos para cuestionar la medida (ver informe de la comisión del CNE de la que fui parte http://www.cne.gob.pe/images/stories/cne-publicaciones/informericardo%20(FORMATO).pdf)

Otro caso es el de las objeciones al Colegio Mayor Presidente de la República y más recientemente a los Colegios de Alto Rendimiento (COAR). Se rechazan las objeciones diciendo que quienes los cuestionamos nos oponemos a darle a los pobres la oportunidad de tener una excelente educación, con una inversión de 10,000 dólares por alumno. Planteado así, no hay nada que discutir. Por lo tanto, esta columna se dirige a las mentes democráticas abiertas que no están atrapados en la perversión simplificadora y descalificadora antes descrita.

Mis cuestionamientos al Colegio Mayor Presidente de la República las planteé a las pocas semanas del anuncio (septiembre 2009) así como al inicio de su operación (marzo 2010). ¿Por qué? Cuando el ex Presidente Alan García anunció la creación del Colegio Mayor Presidente de la República expresé mi desacuerdo por varias razones:

1) La iniciativa no figuraba en el plan de gobierno del APRA y en el momento del anuncio la mayoría de los altos funcionarios del MINEDU no tenían idea de qué se trataba. Les tomó varios meses diseñar la propuesta. Era un evidente “impromptu” presidencial.

2) La conformación del equipo humano que lo conduciría estaba plagado de sinsentidos: a) en plena exaltación gubernamental sobre las virtudes de la Carrera Pública Magisterial se decide contratar a profesores sin título pedagógico, que no eran de la CPM, profesionales de otras áreas con sueldos de 6,000 soles, muy por encima de los que se pagaba a los profesores del más alto nivel de la CPM (contradiciendo los anuncios oficiales de la capacidad de la CPM de evaluar y seleccionar a los profesores más destacados que recibirían los sueldos más altos); b) Las responsables de la tutoría interna eran policías femeninas de civil (con una implicancia obvia para el concepto imaginado de lo que es la disciplina); c) buena parte del personal primero fue contratado y luego evaluado por los psicólogos.

3) En pleno movimiento descentralizador se decidió crear una institución centralizadora que obligaba a los estudiantes de diversas provincias viajar a residir a Lima, a lo que se incluyen las implicancias familiares y psicológicas de la obligada separación familiar.

4) El nombre Colegio Mayor Presidente de la República pretende rendirle culto a la personalidad presidencial lo que me parece de mal gusto ético más aún en la educación.

5) El diseño curricular y régimen de vida diaria implicaba una especie de academia de doble turno con el objeto declarado de que los egresados ingresen a la universidad. No habría un aprovechamiento del hecho de tener un grupo selecto de esforzados estudiantes para poner a prueba metodologías innovadoras que se alejen del entrenamiento para rendir exámenes, como por ejemplo replantear el segmentado currículo tradicional y dar pie al aprendizaje basado en proyectos interdisciplinarios o en investigaciones científicas. En otras palabras, para tomar distancias de la educación tradicional y forjar una educación de vanguardia que sirva de referente para todo el país. (Hasta hoy cuando los funcionarios del Colegio Mayor hablan de su éxito aluden al porcentaje de ingreso a las universidades de sus egresados).

Sin duda sus alumnos se beneficiarán de lo que reciban y aprendan en esos tres años de estudios (aunque no hay grupo de control para verificar logros en una situación alternativa como podría haber sido darle a esos alumnos destacados un refuerzo pre universitario gratuito en sus colegios de origen o becarlos en colegios reputados de todo el país, o simplemente hacer una secundaria equivalente a la de todas las otras, con similares currículos y profesores de la CPM, pero juntando en una de ellas a todos estos estudiantes destacados). Pero, cuando se piensa en el conjunto de la educación peruana, surge la pregunta ¿qué aprende el conjunto de la educación peruana de las experiencias que se realizan en ese colegio?. ¿De qué modo se vuelve transferible a los demás lo que allá se innova con un grupo selecto de estudiantes y amplio financiamiento?

Podría quizá haberse planteado como reto “con la misma inversión por alumno, un director bien formado y escogido y un equipo de profesores motivados y meritorios de la escuela pública ¿cómo crear un colegio de alto desempeño, dándole la autonomía escolar para definir a su mejor entender todos los aspectos del quehacer escolar?”. De los logros de una propuesta así se podría aprender muchas más cosas replicables a otros colegios y capaces de ayudar a corregir la obsoleta normatividad que rige la gestión educativa.

6) Creo que hay un distorsionado concepto de vanguardia. Lo que el Perú necesita a mi entender no es una vanguardia o liderazgo de los pobres que los escinde de sus pares y del alumnado de las clases medias o ricos, sino más bien la creación de espacios de encuentro entre estudiantes diversos de toda procedencia socioeconómica y cultural para que se conozcan, interactúen, desarrollen relaciones basadas en el conocimiento mutuo y la amistad. De ese modo los equipos, amistades y liderazgos que allí se desarrollen tendrían una visión, acción futura y misión que ayudarían a la integración nacional más que a perpetuar la escisión y las fracturas nacionales. Si el ministerio de educación lo es de todos los alumnos, no solo de los primeros puestos de los colegios públicos, ¿por qué no aprovechar estas experiencias para juntar alumnos sin diferencias socioeconómicas cuyos denominadores comunes tan solo sean sus méritos, pasión, compromiso social y capacidad de superación?

Dicho sea de paso, cuando se hagan colegios de alto rendimiento para artes o deportes anunciados por el Ministro Jaime Saavedra ¿también se separará a los estudiantes procedentes de hogares solventes (privados) de los carenciados (públicos)? ¿Cuándo y dónde se encontrarán los peruanos en espacios comunes? No se encuentran en el nido, colegio, universidad, clubes, estadios, parques, barrio, malls, discotecas, cines, restaurantes, servicio militar, niveles ejecutivos de las empresas… Entonces ¿adónde? Este colegio constituye una oportunidad perdida para ese fin.

Algunos de mis colegas también cuestionaban el hecho que se privilegie a unos pocos alumnos de la escuela pública con altísimos niveles de inversión, cuando las urgencias de la educación pública evidenciadas en las zonas rurales o en los niños con necesidades educativas especiales están tan desatendidos y requieren atención inmediata.

Cinco años después del Colegio Mayor, el siguiente gobierno de Ollanta Humala anuncia la creación de 13 Colegios de Alto Rendimiento (COAR) que iniciarán sus actividades en marzo 2015, replicando el modelo del Colegio Mayor de Lima. Inicialmente operarán en sedes transitorias hasta que proinversión defina las propuestas de Asociaciones Públicas Privadas ganadoras para construir los planteles definitivos en las regiones de Amazonas, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica; así como Junín, La Libertad, Moquegua, Pasco, Piura, Puno, San Martín y Tacna. Recibirán 100 alumnos por sede en 3ero de secundaria con quienes se avanzará a 4to y 5to de secundaria en los años sucesivos.

Pretenden así resolver el tema de la centralización en Lima del Colegio Mayor, y ofrecen como valor agregado asumir el diploma del Bachillerato Internacional. Esta es una franquicia creada hace más de 50 años inspirada por Unesco que buscaba darle a los hijos de diplomáticos y ejecutivos extranjeros que residían temporalmente en los diversos países del mundo un currículo compatible con el que requerirían al retornar a los colegios y universidades de sus países de origen. Con esto se pierde la oportunidad de desarrollar una secundaria nacional de avanzada que responda a las necesidades locales actuales que pueda tener alguna replicabilidad en las demás secundarias peruanas, a cargo de docentes y fórmulas de capacitación lideradas por equipos peruanos.

Se anuncia también que próximamente habría centros (públicos) de alto rendimiento para las artes y los deportes, manteniendo la escisión del alumnado con el mundo de la educación privada.

Hay objeciones de otra naturaleza que también son parte de la reflexión sobre el sentido de estos colegios. Me pregunto, si desde el año 2007 se constata sistemáticamente las deficiencias de la educación inicial y primaria evidenciadas en las pruebas censales ECE de 2do y 4to grado y en las del laboratorio de medición de la calidad de la educación en América Latina en 3ero y 6to de primaria, ¿no tendría sentido explorar colegios de alto desempeño en la educación básica, con todas las facilidades económicas y flexibilidad del personal profesional que lo conduce como las de los COAR, captando alumnos por sorteo, de modo que se gesten propuestas pedagógicas experimentales exitosas, cuyos logros puedan ser luego transferidos a todos los demás colegios?

Por otro lado, ¿por qué si el MINEDU ha hecho un laborioso concurso de directores para los colegios públicos, hay que hacer otro concurso para escoger a los directores de estos COAR? ¿No podría haberse usado el mismo concurso para ese fin?

En suma, pensar las vanguardias o elites no en términos de escoger un grupo selecto de estudiantes para ofrecerles una educación de alto nivel pero en condiciones diferentes a todo el resto por lo que no es replicable para el conjunto (tomando en cuenta además que los otros colegios no pueden seleccionar alumnos destacados como lo hacen los COAR), sino entender la vanguardia en términos de pilotos de experimentación de innovaciones metodológicas bien implementadas, con alumnos comunes y corrientes, cuyos hallazgos sean luego transferibles hacia todos los demás.
Por supuesto que los defensores de la propuesta esgrimen argumentos importantes contrarios a los míos, pero eso no me impide expresar mis puntos de vista para alimentar la reflexión de los interesados.

En FB https://www.facebook.com/leon.trahtemberg/posts/573262082774331?pnref=story

En FB estado ha permitido el deterioro de la educación (León Trahtemberg en Correo 19 10 2014)

(PD: en mi experiencia personal como director escolar de centros educativos privados, siempre he atendido poblaciones heterogéneas no segmentadas desde el punto de vista de sus capacidades intelectuales, (en un caso eran todos los niños sin selección alguna más allá de ser miembros de una comunidad propietaria del colegio, y en el otro caso sin esa condición), incluyendo siempre a niños con NEE. Hemos sido capaces de producir innovaciones apelando a las capacidades del equipo docente y las libertades que tienen los colegios particulares para su gestión interna. Han sido colegios de vanguardia por la innovaciones que han producido en poblaciones heterogéneas –por lo que son replicables- sin que hayan requerido una legislación particular o haber segmentado a los alumnos para quedarnos solo con los más hábiles. Esa es la idea de vanguardia que tengo presente cuando hablo de ella)

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Todas las regiones del país tendrán un colegio de alto rendimiento en el 2017 El Comercio 24 02 2016

Mejores alumnos tendrán internado (Colegio Secundario Mayor 2010) El Comercio, 12 Oct 2009

Colegio Mayor Presidente bajo la lupa. La República 19 Nov 2011

Unnatural Selection: The (Under) Performance of Elite Public Secondary Schools

COAR para la infancia, Correo, 21 Nov 2014

AUDIO Inversión por alumno del Colegio Mayor es de 36,000 soles al año RPP, 08 Nov 2011

Colegios para publicidad electoral: Colegio Mayor Secundario y Colegios Emblemáticos TAREA # 77 (Agosto 2011), Ago 2011